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TEMA: “LA CULPABILIDAD”

TEXTO: 1 JUAN 1: 9

                                                  INTRODUCCIÓN:
Quizá la gran mayoría de nosotros en momento determinado nos hemos sentidos culpables en varias situaciones, como por ejemplo: cuando decimos ciertas palabras que dañan a otra persona, cuando por nuestra culpa deja de alcanzar algún objetivo, etc.
Como todo humano, cometeremos errores, tampoco nos vamos a excusar en nuestra humanidad e imperfección para hacer valederos nuestros errores, pero también tenemos que entender que muchas de las situaciones que nos suceden sirven como experiencia para no volver a caer en el mismo error.
Lo malo de todo esto, es que hay muchas personas alrededor del mundo que cometieron ciertos errores ya sea concientemente o inconscientemente y pasan toda su vida culpándose de las consecuencias, cosa que no tendría que ser así tomando en cuenta lo que dice la Biblia en 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
Por esa razón queremos hacerte entender que ese sentimiento de culpa que muchas veces esta en tu vida, no es de Dios, pues Dios nunca pasaría toda tu vida culpándote de algo, al contrario Él quiere darte perdón y paz para tu vida.

TODOS ESTAMOS EXPUESTOS A COMETER ERRORES.
Todos, absolutamente TODOS, estamos expuestos a que en momento determinado cometamos errores, el que cree que no comete errores es el primero en cometerlo, pues con el simple hecho de creer que no los comete ya lo cometió.
Hay 2 clases de errores que podemos cometer para sentirnos culpables: Primero los errores Inconscientes y Segundo los errores Concientes.
Ahora bien la pregunta seria:
¿Cuáles son los errores inconscientes? Por una parte pueden ser aquellos en los cuales muchas veces no somos los que lo propiciamos, sino que son cometidos por otra persona, por otra parte pueden ser aquellos que cometemos sin darnos cuenta.

A continuación unos ejemplos:

Si eres un hijo no deseado: No puedes culparte o sentirte culpable de haber nacido sin haber sido deseado ya que no fue tu culpa. Dios siempre tiene un propósito para todo y en el plano de Dios estaba escrito de que tú ibas a nacer. Hay muchas personas que pasan la vida quejándose del ¿Por qué nacieron? Cuando no eres tú ni tus padres quien propone eso, sino más bien Dios. Si Él permitió que tu existieras y que tus padres aun sin desearte te tuvieran es porque Dios tenia planes grandes para tu vida, en lugar de pasarte la vida preguntando ¿El porque naciste? Deberías comenzar a caminar por la senda que Dios anhela que camines, para que Él te pueda usar en manera grande. Tienes que entender algo: ¿No eres una casualidad, ni mucho menos un error? Eres un Hijo de Dios, un Príncipe de Dios con ciudadanía Celestial.

Si tus padres se separan: Muchos hijos se sienten culpables de la separación de sus Padres, pues muchas veces ellos(los padres) los toman de escudos o excusas para separarse y los mas afectados son los hijos, pues luego de la separación muchas veces los padres que han quedado con ellos descargan su ira contra sus hijos, muchas veces con golpes y otras con palabras que hieren. No puedes culparte por los errores que tus papas cometieron en su relación, tu no eres el culpable de la separación por mas que tus padres te quieran culpar, los culpables son ellos ya que con las decisiones que toman y su forma de llevar su relación hicieron que dicha relación no funcionara y la llevaron al fracaso. Tu solamente eres un regalo de Dios para esa relación, lastimosamente muchos matrimonio no lo ven de esa manera, pero esa no es tu culpa y tienes que entenderlo.

Cuando dices ciertas palabras sin darte cuenta que pueden dañar: Cuando de tu boca salen palabras que dañaron a alguien, pero que el fin de esas palabras no era ese, lo que tienes que hacer si te sientes culpable, es hablar con esa persona y pedirle disculpas aunque tu intención no halla sido dañarla. Muchas veces sin darnos cuenta hacemos comentarios que pueden dañar a alguien, pero no puedes culparte por situaciones que no fueron planeadas para dañar. Debes entender que no todas las personas toman nuestras palabras como muchas veces las queremos dar a entender, hay personas que mal interpretan y es ahí en donde debemos de ser capaces de pedir disculpas sin haber tenido culpa.

Bueno hay muchos más errores inconscientes los cuales como ya dijimos anteriormente son cometidos sin previa meditación, pero también hay errores que cometemos concientemente es por ello que debemos preguntarnos:

¿Cuáles son los errores Concientes? Son todos aquellos los cuales cometemos sabiendo que es un error o que no lo debemos cometer. Por ejemplo:

Pueda ser que en momento determinado le digamos ciertas palabras a alguien las cuales sabemos que lo dañaremos, también cuando sabemos que con cierta acción dañaremos a alguien, esto seda mas que todo en las relaciones amorosas, muchas veces por celos se dejan llevar realizando ciertas acciones que en lugar de mejorar la relación la terminaran dañando.
Otras de los errores que muchas veces cometemos concientemente son: responder pésimamente a nuestros padres, hacer de menos a una persona por su condición física, social o espiritual, pecados con los cuales dañamos nuestra relación con Dios, etc.

La mayoría de estos errores concientes acarrean consigo un sentimiento de culpa, al ver los resultados de nuestros errores, solo una persona que tenga una mente cauterizada no sentirá culpa. Una mente cauterizada es la de una persona que peca y peca y no siente que halla fallado, en pocas palabras se acostumbro al pecado y a las fallas y ya no se siente incomodo.
Ahora bien cuando uno de nosotros que no tenemos la mente cauterizada cometemos errores concientes, claro que sentiremos culpa.

Pero ¿Qué debemos hacer cuando la culpa es un sentimiento diario en mi?

En Primer Lugar tenemos que pedirle perdón a Dios por todo error o pecado cometido, la Biblia dice en Isaías 1: 18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.

En Segundo Lugar ve a donde la persona que ofendiste o donde la persona que se siente ofendida y pídele perdón. Este acto traerá gran bendición a tu vida, pues la Biblia dice en Proverbios 28: 13-14 “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal”. Este acto no es ninguna vergüenza sino mas bien como Jesús dijo en San Mateo 23: 12 “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.

En Tercer Lugar tienes que entender que desde el momento que le pides perdón a Dios y le te disculpas o le pides perdón a la persona a quien se le causo daño, desde ese momento eres libre de toda culpabilidad, no puedes seguirte culpando de algo, lo cual Dios ya te perdono.

Quizá el más difícil de los 3 pasos es el tercero, ya que muchas personas no se sienten perdonadas. Pueda darse el caso de que tu cumplas el primer paso y al cumplir el segundo paso, esa persona no te perdone, eso no quiere decir que vas a vivir con el sentimiento de culpabilidad.
Tienes que entender que desde el momento que tu haces esos dos pasos, Dios te perdona y si la otra persona no, de todas formas tu ya eres libre de toda culpabilidad, pues cumpliste con lo que Dios nos manda, la atadura que tenias que no te dejaba caminar tranquilo fue rota, si la otra persona no te perdona, el problema ya no es tuyo sino de esa persona. Jesús dijo en San Mateo 6: 14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

CONCLUSIÓN:
Es hora de despojarte de todo sentimiento de culpabilidad, es hora de darte cuenta que si ya le pediste perdón a Dios por tu pecado, el ya te perdono, Isaías 43: 25 dice: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”.
Es tiempo que te levantes como un hijo renovado y comiences a experimentar de las bendiciones que te has estado privando por el sentimiento de culpabilidad que dominaba tu vida hasta este día. Que nunca se te olvide:

JESÚS YA TE PERDONO DE TODO PECADO AHORA ERES NUEVA CRIATURA EN EL. 

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